Los orcos, también conocidos como trasgos o uruk-hai, son una raza de seres humanoides malignos y feos que habitan en la Tierra Media, el mundo ficticio creado por J.R.R. Tolkien en su obra "El Señor de los Anillos".
Los orcos son descritos como seres de estatura baja, piel oscura y fea, con dientes afilados y orejas puntiagudas. Son criaturas astutas y maliciosas que sirven a los Señores Oscuros, como Sauron y Saruman, en su lucha por el poder en la Tierra Media.
Los orcos son conocidos por su habilidad en la fabricación de armas y armaduras, así como por su ferocidad en combate. Son criaturas implacables y sanguinarias que son temidas por muchas de las razas libres de la Tierra Media.
Los orcos son considerados seres malignos y suelen ser vistos como enemigos por los habitantes de la Tierra Media. Sin embargo, Tolkien también exploró la idea de que los orcos no son inherentemente malvados, sino que han sido corrompidos y manipulados por las fuerzas malignas que los controlan.
En resumen, los orcos son una raza de seres malignos y feos que sirven a los Señores Oscuros en su búsqueda de poder en la Tierra Media. Su crueldad y ferocidad los convierten en enemigos temibles para los héroes de la historia, pero también son criaturas que despiertan la compasión y la simpatía en algunos lectores por su trágica naturaleza corrupta.
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